Curso de verano UPV/EHU “El desafío demográfico y la respuesta de las ciudades”

Tiene lugar el 30 de noviembre de 2015 en el Palacio Miramar (Donostia – San Sebastián), organizado por Bilbao Metropoli-30 y la Oficina de Estrategia de Donostia / San Sebastián.

En el curso se realiza un recorrido sobre las tendencias demográficas que afectan a la sociedad europea y, de forma particular, a nuestras ciudades.

Asimismo, se pretende analizar el impacto del envejecimiento poblacional, las bajas tasas de natalidad y la prolongación de la esperanza de vida; la pérdida de juventud; la contracción de la fuerza de trabajo; la inmigración,.. en los sistemas de pensiones, de sanidad y de protección social,., pero, más aún, nos detendremos en los cambios sociales que están produciendo en nuestra sociedad, nuestra cultura, en la actividad económica y en la planificación y que serán más evidentes en las próximas décadas para centrarnos en los retos y oportunidades que se presentan a las ciudades.

La reflexión sobre las políticas públicas desarrolladas en el entorno europeo y la presentación de experiencias concretas llevadas a cabo en ciudades  sirven de base para debatir hacia donde deben encaminarse las estrategias que han de abordar este “desafío demográfico”.

Se habla mucho del envejecimiento de la sociedad, y, en efecto, es crucial para el futuro de nuestras ciudades, pero ¿y de la falta de juventud? Se habla de la previsible falta de mano de obra, de inmigración, que cada vez será más necesaria,. pero, ¿qué consecuencias tienen estas tendencias en el ecosistema de las ciudades? ¿Qué efectos tiene la pérdida de juventud en el dinamismo de la ciudad? ¿Y la creciente diversidad cultural? ¿Hablamos de interculturalidad?

Hace tiempo que nuestras pirámides se alejaron de la clásica forma “triangular” que refleja sociedades con una población equilibrada, reflejando los cambios demográficos que están transformando la población, con un creciente estrechamiento en la base (baja natalidad), adoptando paulatinamente una forma más regresiva, la denominada “ánfora invertida”, al tiempo que se ha hecho cada vez más evidente el engrosamiento en el extremo superior, que refleja la población de más edad, fruto del notable aumento de la esperanza media de vida.

Estos fenómenos demográficos que apuntamos son especialmente significativos en el País Vasco, donde la esperanza de vida media, que ronda los 82,2 años de edad, supera con creces los 78,8 años de media europea, igualmente las tasas de natalidad de la población vasca (1,2 en 2006) son de las menores de Europa, muy por debajo del umbral de renovación generacional.

El aumento la longevidad, derivado especialmente del desarrollo del sistema sanitario, la investigación biomédica, las mejoras en la alimentación y en la calidad de vida, ha ampliado la esperanza de vida hasta extremos nunca conocidos. Sin embargo, este fenómeno unido a la reducción de la unidad familiar y la creciente movilidad de la población tienen como resultado, muchas personas solas, viviendo muchos más años. Se ha producido un aumento exponencial de las personas más mayores (de más de 80 años), con crecientes problemas de dependencia y discapacidades que han de ser abordados -al igual que otros retos que la presente realidad demográfica plantea, como la creciente presión sobre el sistema de pensiones, la sanidad o el sistema de protección social- desde la perspectiva social, tecnológica, asistencial y urbana. Están en plena vigencia las políticas de promoción del envejecimiento activo y un creciente desarrollo de tecnologías asistenciales.

A todo ello se une otro reto menos conocido, pero con un enorme impacto en el futuro de nuestra ciudades, la disminución de población joven, derivada de la evolución demográfica e incrementada por emigración de jóvenes a la búsqueda de formación y, sobre todo, salida laboral en otros países, y que en el medio plazo apunta a una preocupante disminución de la población activa, que, manteniendo el nivel de empleo, deberá ser compensada con inmigración y un incremento de la productividad. ¿Qué supondrán estos procesos en nuestra sociedad, en nuestra cultura? ¿Cómo atraer y retener a la población joven a nuestras ciudades? ¿Cómo serán esos inmigrantes?, ¿de dónde vendrán?, ¿se adaptaran a nuestra sociedad?, ¿Cómo nos afectará esa mayor densidad en diversidad? ¿Son conscientes nuestras instituciones y nuestra sociedad de este enorme desafío?

¿Qué estrategias han de promoverse para afrontar estos retos?: Las políticas de fomento de la natalidad, tendentes a favorecer un incremento de las tasas de natalidad llevan cierto tiempo desarrollándose en otros países de nuestro entorno, ¿con qué grado de éxito? Igualmente, es necesario aumentar la participación en el mercado laboral, de las mujeres y del conjunto de la población en edad laboral y facilitar la prolongación de la misma a quien lo desee: la aplicación de medidas eficaces de concertación entre la vida laboral y familiar, la flexibilidad en el mercado de trabajo (flexibilización del trabajo, de horarios, en la edad de jubilación,.), en la movilidad laboral, en la igualdad de oportunidades y en la no discriminación y, por descontado, la mejora de las condiciones laborales. Así mismo, se requieren medidas para minimizar las pérdidas de capital humano y para la atracción de inmigración cualificada y con talento, y no tan cualificada, y estrategias encaminadas a favorecer la integración laboral, pero también social y cultural, del conjunto de personas inmigrantes.

Este curso pretende introducir un debate en profundidad sobre estos fenómenos que sabemos a ciencia cierta que se van a producir. Para ello contamos con expertos en diversidad y veremos como ésta influye en los procesos sociales o culturales y en nuestra capacidad de innovación; experiencias de otras ciudades, sus éxitos y fracasos tienen mucho que enseñarnos.

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