Salud, calidad de vida y atención a los mayores

En Euskadi nos hemos dotado de un sistema de salud muy avanzado, en el que tienen un especial protagonismo los Servicios Públicos (Osakidetza), y que garantiza una asistencia universal, “gratuita” y con coberturas médicas elevadas a más de 2 millones de habitantes. Este sistema sanitario supone un esfuerzo colectivo muy notorio. Basta decir que Osakidetza es la mayor empresa de Euskadi. En ella trabajan más de 33.000 profesionales y cuenta con un presupuesto anual de 2.550 millones de euros (25% del presupuesto del Gobierno Vasco). Complementando este sistema de salud contamos con unos servicios asistenciales que son prestados por las Diputaciones y los Ayuntamientos.

Algunas reflexiones en torno al Sistema:

a) De la Salud como Gasto a la Inversión en Salud. Sería deseable:

  • Continuar con la mejora en eficiencia interna de procesos y recursos.
  • Gestión coordinada del sector público y privado.
  • Investigación: Extensión de la visión de la salud hacia disciplinas no clínicas ni patológicas pero que derivan o se relacionan íntimamente con ellas.

b) La “Puesta en valor “de nuestra Inversión en Salud

Es necesario apalancar los procesos de investigación para que redunden en retornos en nuestro sistema de Salud, de forma que lo hagan evolucionar y ayuden a su sostenibilidad económica. Asimismo debemos poner los mimbres para que se desarrolle un Sector Salud pujante dentro de nuestras actividades económicas, que genere empleo.

c) Atención a los mayores

Uno de los hechos más significativos de la sociedad vasca actual, y que seguramente adquirirá mayores dimensiones a lo largo de los próximos años es el problema del envejecimiento y, en particular, los problemas de atención a las personas mayores cuando existe una pérdida importante de su autonomía.

El colectivo de personas mayores, cuya riqueza y experiencia les permite desarrollar plenamente la potencialidad de su vida, representa un recurso de indudable valor para la sociedad que no siempre es reconocido. Por ello mismo el Bilbao metropolitano debe acoger las necesidades y limitaciones de las personas mayores convirtiendo a Bilbao en una ciudad y en un entorno realmente preparado para acoger, respetar y cuidar a este colectivo. Los éxitos derivados del avance de la medicina y de las tecnologías sanitarias han logrado “añadir más años a la vida”, sin embargo el reto es cómo lograr disfrutarlos, teniendo en cuenta que la salud es sinónimo de realización personal y bienestar.

El índice de envejecimiento en Euskadi continúa en la senda del crecimiento. Ante esta problemática es necesario incentivar políticas que adecuen a los tiempos actuales, para así garantizar la sostenibilidad del sistema. La convivencia intergeneracional debiera ser una de las principales prioridades del futuro. Esto significa aprovechar el talento disponible de personas mayores de 65 años, pero sin discriminar a jóvenes sin experiencia, ya que de su incorporación laboral depende la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.

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